Desde mi estudio en Vilanova i la Geltrú contemplaba feliz todos los veranos de mi adolescencia y juventud estos tejados y este limonero con esos maravillosos juegos de luces y sombras del sol.
Tus cuadros son un refugio amable y luminoso donde seguir siendo adolescente y niño, y no esconden ni presagian absolutamente nada de lo que ibamos a encontrarnos a la vuelta del camino. Aún hoy resultan trinchera segura y placentera, lejos de la guerra de la vida, y condensan la luz del verano, la brisa de un mar siempre cálido, la vegetación casi tropical, y una imagen del mundo vital, voluntariosa y sosegada. Espero que seas capaz de seguir pintando con esa paz y esa alegría!
Tus cuadros son un refugio amable y luminoso donde seguir siendo adolescente y niño, y no esconden ni presagian absolutamente nada de lo que ibamos a encontrarnos a la vuelta del camino.
ResponderEliminarAún hoy resultan trinchera segura y placentera, lejos de la guerra de la vida, y condensan la luz del verano, la brisa de un mar siempre cálido, la vegetación casi tropical, y una imagen del mundo vital, voluntariosa y sosegada.
Espero que seas capaz de seguir pintando con esa paz y esa alegría!